Para ello estudiaremos en qué contextos trabaja el asesor o la asesora. ¿Dónde interviene el asesor/a? Sobre sistemas sociales, además de las prácticas individuales. La actividad de los asesores resulta por tanto, más compleja. Dando dos posibles enfoques: institucionales y un enfoque en la comunicación.
Cómo se construyen las relaciones entre asesores y asesorados, cómo nos comunicamos, o si no lo hacemos entramos en ese sentido estricto del que habla Winkin, acerca de como no comunicarse.
Reflexión
Ha sido muy enriquecedor este artículo, dado que aporta caminos y vías de comunicación muy variadas y aquellas en las que no se produce y al mismo tiempo, ofrecen comunicación.
Flora Davis ya lo decía, “Aprender un idioma no es sólo conocer la gramática y el vocabulario sino también los gestos”.(Davis, 1996 p:9)
La comunicación es un proceso natural, que tiene efecto y causas. Es importante reconocer que estamos más pendiente de los actos de los demás y de cómo éstos nos pueden llegar a afectar. Cuidar mucho esos momentos a la hora de dirigieros a los demás, creo que es tarea intrínseca del aseor/a.
Puede que aunque queramos cuidar estos aspectos nos encontremos con resistencias a la hora de trabajar.
Las dificultades para comprender el proceso derivadas de esta
interacción muchas veces confusa y siempre implícita, no visible, exige una gran
cautela en el asesoramiento. Podemos estar tratando de ayudar a la gestión de
un problema en el plano del contenido (por ejemplo haciendo ver a cada parte
implicadas las razones de la otra) mientras que su base real se encuentra en el
plano de la relación. Así que se hace necesario un esfuerzo permanente por
comprender las interacciones entre los dos planos, para usarlos en un sentido
que contribuya a la mejora institucional y de las condiciones de vida de los que
solicitan nuestra ayuda. (López, 2008. p.16)
López quiere transmitir en este artículo que la comunicación exige al asesor que camine por otros territorios de la comunicación algunos ya explorados y otros todavía incipientes. Es decir, no quedarnos con el asesor institucional que analiza solo procesos, sino dar dinamismo a la comunicación y ser capaz de estar por encima de algunas situaciones que le tocará experimentar y en las que las palabras queden algo "pegadas" al recuerdo.
También el asesor y/o asesora, debe de nuevo capacitar a los/las asesorados/as, hacia nuevas experiencias donde la capacidad crítica y de revisión no se dejen a un lado.
Ensayar soluciones, es prepararse también para lo que nos da miedo y no tenemos aún herramientas, ni siquiera palabras, para definir. Por ello es importante crear espacios donde esas vías de intercambio estén abiertas.
A raíz de todo esto puede que se perciba que los cambios son inexistentes, López habla de dos cambios posibles. Uno de ellos está encaminado para mantener la viabilidad del entorno y otro es un cambio que rompe, en un cambio del cambio...para dar mayor sentido a lo que se hace y profundizar en ello.
Desde luego sin la empatía, sin el ponerse en el lugar del otro, sin autorrevisarse, la comunicación puede llegar un momento en que quede en lugar aislado. Por ello es importante, my importante cuidar el momento en el que una persona se abre, y el asesor/a, ha de contar con estrategías personales y las habilidades sociales necearías, para que ese momento no se pierda.
Seguimos viviendo el asesoramiento como toda una aventura, procesos que dan lugar a otros y experiencias que pueden resultar renovadoras.
Cambiar el lugar, el entorno donde se establece la comunicación puede llegar a ser muy fructífero.
López, J. (2008). Construir la relación de asesoramiento. Un enfoque institucional basado en la comunicación. Profesorado. Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 12(1), 1-28.
Poster realizado por Cristina.
López quiere transmitir en este artículo que la comunicación exige al asesor que camine por otros territorios de la comunicación algunos ya explorados y otros todavía incipientes. Es decir, no quedarnos con el asesor institucional que analiza solo procesos, sino dar dinamismo a la comunicación y ser capaz de estar por encima de algunas situaciones que le tocará experimentar y en las que las palabras queden algo "pegadas" al recuerdo.
También el asesor y/o asesora, debe de nuevo capacitar a los/las asesorados/as, hacia nuevas experiencias donde la capacidad crítica y de revisión no se dejen a un lado.
Aprender a ponernos en los zapatos del otro y a recordar que nosotros hemos sido otros antes... |
A raíz de todo esto puede que se perciba que los cambios son inexistentes, López habla de dos cambios posibles. Uno de ellos está encaminado para mantener la viabilidad del entorno y otro es un cambio que rompe, en un cambio del cambio...para dar mayor sentido a lo que se hace y profundizar en ello.
Desde luego sin la empatía, sin el ponerse en el lugar del otro, sin autorrevisarse, la comunicación puede llegar un momento en que quede en lugar aislado. Por ello es importante, my importante cuidar el momento en el que una persona se abre, y el asesor/a, ha de contar con estrategías personales y las habilidades sociales necearías, para que ese momento no se pierda.
Seguimos viviendo el asesoramiento como toda una aventura, procesos que dan lugar a otros y experiencias que pueden resultar renovadoras.
Cambiar el lugar, el entorno donde se establece la comunicación puede llegar a ser muy fructífero.
López, J. (2008). Construir la relación de asesoramiento. Un enfoque institucional basado en la comunicación. Profesorado. Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 12(1), 1-28.
Poster realizado por Cristina.
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