sábado, 18 de octubre de 2014

Tema 1.- ¿Ayuda u obstáculo? Sentido y credibilidad de la función asesora. (Murillo, 2008)

Resumen

Dado que la escuela está sometida a múltiples y nuevas propuestas, requerimientos y exigencias, y parece que han de dar respuesta a toda vivencia. Murillo, a través de este texto, planea más coordinación, porque parece que los apoyos existen.
También hay que prestar atención al curriculum oculto que tienen los centros educativos.
El asesor o la asesora, se la mira desde distintas perspectivas. Dependiendo de las necesidades que plantee el centro. Cada centro debe asumir la responsabilidad de la mejora continua a partir de su propia identidad y realidad cultura, abrir puertas a la opción de recibir ayuda y a que cobre más sentido la función asesora. (Murillo, 2008).

La sociedad está siempre en constante movimiento y como consecuencia ante dichas situaciones, se requiere la búsqueda de nuevos retos educativos.  Se suele atribuir a la escuela que plantee nuevas soluciones a esos movimientos sociales.

Murillo hace un análisis de la realidad desde distintos ámbitos:

-       El profesorado. Observa que hay falta de motivación
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    Alumnado. Ve que los problemas se centran más en sus actitudes y aptitudes, y las necesidades derivadas de las dificultades de aprendizaje siguen siendo protagonistas.
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    Profesional de asesoramiento. Muchas y distintas ideas y criterios a la hora de resolver una misma demanda.


Se detecta una ausencia de planes que resuelvan necesidades reales La formación del profesorado es un objetivo constante para establecer realmente nuevas formas de trabajar y atender a las necesidades que se plantean.
La labor del asesor/a está puesta a revisión constante. Por ello hay recuperar tiempo para la reflexión y la investigación, donde las funciones surjan de la relación entre el entorno y las personas.

El asesor o asesora no actuará en único sistema (interna, externa, de colaboración y coordinación entre distintos sistemas asesores…)
Para ello se necesita la coordinación de sistemas de apoyo  a través de distintos objetivos, donde se unifiquen actuaciones, se eliminen los trabajos burocráticos innecesarios. Dar valor práctico a lo que se utiliza y apoyar a través de procesos de formación, medicación cultural,  para establecer planes de mejora.
El asesor y la asesora, han de buscar nuevos rincones y espacios donde desarrollar la práctica educativa.

El sistema de asesoramiento, como todo sistema social, se va a caracterizar por su apertura –desde el momento que sólo se puede entender en relación con su contexto-, pero también por su intencionalidad, multidimensionalidad, emergencia y carácter contraintuitivo (Gharajedaghi, 1999)

Reflexión.

Creo que Murillo nos que quiere hablar sobre que primeramente hay que escuchar…después hay que analizar, para luego dar respuestas reales y más en consonancia con lo que se vive. Ha de ser una figura que esté abierta a distintas voces, donde se muestren otros puntos de vista.
A lo largo de la historia la figura del asesor/a ha ido cambiando. Creo que los centros educativos necesitan mayor autonomía. No es lo mismo trabajar en un contexto donde la  mediación cultural se hace casi imprescindible a donde los alumnos/as solicitan otro tipo más específico de apoyo.

¿No tendría que ir destinada la formación de los profesionales al contexto social que les rodea? Los profesores tienen falta de motivación…quizá también a la formación que se les ofrece están reticentes, por lo diferente y lejana que les resulta a lo que experimentan cada día.

Nos encontramos con muchos frentes con los que luchar: nuestros propios prejuicios y estereotipos perjudican a esa relación en movimiento que ha de vivir el asesor/a.  Hay que acabar con la idea de un asesor o asesora que vive en solitario, individual y lejano a lo que sucede y acontece a su alrededor.  ¿El sistema de asesoramiento puede ser movible? Parece que hay miedo a los cambios…a construir un asesoramiento integral, donde todos y todas las personas que forman parte de consturcto educativo, tengan la opción de asesorar. Dar paso a una figura o figuras asesoras, que sirvan de guía, de escucha, de canal para dar voz, ofrecer alternativas, cambios…o quizá solo mantenerse  al margen…proporcionando espacios de encuentro…Todo esto dependerá de las realidades y necesidades concretas de cada centro…

¿Cómo transformar un escenario? A través de la colaboración…y a pesar de las frustraciones y resistencias que se produzcan


Jane Austen ha sido un referente para mí a lo largo de la vida. Muchas de sus novelas poseen más interés del que en un principio se les pueda dar. Dar emoción, razón y credibilidad a lo que vivimos es imprescindible.  Creo que los profesionales que nos queremos dedicar y nos dedicamos a la educación, tenemos que dar credibilidad a lo que escuchamos. Y que los prejuicios y/o razones que parecen tener más peso, queden a un lado…sin ahogarlos, pero evitando que sean los únicos protagonistas. ¿No será que muchas veces etiquetamos antes de ver más allá? Si bien, puede que lo que nos parece certero, nos esté engañando, igual que los sentimientos.
Hay que dar calidad a esa credibilidad para que nuestro trabajo esté más cercano a las personas…
“No es la forma en que hablamos o sentimos lo que nos hace lo que somos, es lo que hacemos o no logramos hacer"- (Austen, 1811)

Murillo, P. (2008). ¿Ayuda u obstáculo? Sentido y credibilidad de la función asesora.  Profesorado. Revista de Currículum y Formación del  Profesorado,  12(1), 1-15.

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