Dado
que la escuela está sometida a múltiples y nuevas propuestas, requerimientos y
exigencias, y parece que han de dar respuesta a toda vivencia. Murillo, a
través de este texto, planea más coordinación, porque parece que los apoyos
existen.
También
hay que prestar atención al curriculum oculto que tienen los centros
educativos.
El
asesor o la asesora, se la mira desde distintas perspectivas. Dependiendo de
las necesidades que plantee el centro. Cada centro debe asumir la
responsabilidad de la mejora continua a partir de su propia identidad y
realidad cultura, abrir puertas a la opción de recibir ayuda y a que cobre más
sentido la función asesora. (Murillo, 2008).
La
sociedad está siempre en constante movimiento y como consecuencia ante dichas
situaciones, se requiere la búsqueda de nuevos retos educativos. Se suele atribuir a la escuela que plantee
nuevas soluciones a esos movimientos sociales.
Murillo
hace un análisis de la realidad desde distintos ámbitos:
-
El
profesorado. Observa que hay falta de motivación
-
Alumnado. Ve
que los problemas se centran más en sus actitudes y aptitudes, y las
necesidades derivadas de las dificultades de aprendizaje siguen siendo
protagonistas.
-
Profesional de
asesoramiento. Muchas y distintas ideas y criterios a la hora de resolver una
misma demanda.
Se
detecta una ausencia de planes que resuelvan necesidades reales La formación
del profesorado es un objetivo constante para establecer realmente nuevas
formas de trabajar y atender a las necesidades que se plantean.
La
labor del asesor/a está puesta a revisión constante. Por ello hay recuperar
tiempo para la reflexión y la investigación, donde las funciones surjan de la
relación entre el entorno y las personas.
El
asesor o asesora no actuará en único sistema (interna, externa, de colaboración
y coordinación entre distintos sistemas asesores…)
Para
ello se necesita la coordinación de sistemas de apoyo a través de distintos objetivos, donde se
unifiquen actuaciones, se eliminen los trabajos burocráticos innecesarios. Dar
valor práctico a lo que se utiliza y apoyar a través de procesos de formación,
medicación cultural, para establecer
planes de mejora.
El
asesor y la asesora, han de buscar nuevos rincones y espacios donde desarrollar
la práctica educativa.
El
sistema de asesoramiento, como todo sistema social, se va a caracterizar por su
apertura –desde el momento que sólo se puede entender en relación con su
contexto-, pero también por su intencionalidad, multidimensionalidad,
emergencia y carácter contraintuitivo (Gharajedaghi, 1999)
Reflexión.
Creo que Murillo nos que
quiere hablar sobre que primeramente hay que escuchar…después hay que
analizar, para luego dar respuestas reales y más en consonancia con lo que se
vive. Ha de ser una figura que esté abierta a distintas voces, donde se
muestren otros puntos de vista.
A lo largo de la historia
la figura del asesor/a ha ido cambiando. Creo que los centros educativos
necesitan mayor autonomía. No es lo mismo trabajar en un contexto donde la mediación cultural se hace casi
imprescindible a donde los alumnos/as solicitan otro tipo más específico de
apoyo.
¿No tendría que ir
destinada la formación de los profesionales al contexto social que les rodea?
Los profesores tienen falta de motivación…quizá también a la formación que se
les ofrece están reticentes, por lo diferente y lejana que les resulta a lo que
experimentan cada día.
Nos encontramos con
muchos frentes con los que luchar: nuestros propios prejuicios y estereotipos
perjudican a esa relación en movimiento que ha de vivir el asesor/a. Hay que acabar con la idea de un asesor o
asesora que vive en solitario, individual y lejano a lo que sucede y acontece a
su alrededor. ¿El sistema de
asesoramiento puede ser movible? Parece que hay miedo a los cambios…a construir
un asesoramiento integral, donde todos y todas las personas que forman parte de
consturcto educativo, tengan la opción de asesorar. Dar paso a una figura o
figuras asesoras, que sirvan de guía, de escucha, de canal para dar voz,
ofrecer alternativas, cambios…o quizá solo mantenerse al margen…proporcionando espacios de
encuentro…Todo esto dependerá de las realidades y necesidades concretas de cada
centro…
¿Cómo transformar un
escenario? A través de la colaboración…y a pesar de las frustraciones y
resistencias que se produzcan
Jane Austen ha sido un
referente para mí a lo largo de la vida. Muchas de sus novelas poseen más
interés del que en un principio se les pueda dar. Dar emoción, razón y
credibilidad a lo que vivimos es imprescindible. Creo que los profesionales que nos queremos
dedicar y nos dedicamos a la educación, tenemos que dar credibilidad a lo que
escuchamos. Y que los prejuicios y/o razones que parecen tener más peso, queden
a un lado…sin ahogarlos, pero evitando que sean los únicos protagonistas. ¿No
será que muchas veces etiquetamos antes de ver más allá? Si bien, puede que lo
que nos parece certero, nos esté engañando, igual que los sentimientos.
Hay que dar calidad a esa
credibilidad para que nuestro trabajo esté más cercano a las personas…
“No
es la forma en que hablamos o sentimos lo que nos hace lo que somos, es lo que
hacemos o no logramos hacer"- (Austen,
1811)
Murillo,
P. (2008). ¿Ayuda u obstáculo? Sentido y credibilidad de la función
asesora. Profesorado. Revista de
Currículum y Formación del Profesorado, 12(1), 1-15.
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