En la Universidad puede que te reunas con todos ellos y ellas...libros, y quienes están detrás de ellos. |
El asesor o la asesora puede trabajar de forma transversal a través de dos canales: como coordinador/a de formación y como mentor/a.
¿Qué es un/a profesor/a "mentor"?
“El proceso de mentorización consiste en el establecimiento de una relación en la cual una persona invierte tiempo y experiencia en otra, para responder a las necesidades críticas e impulsar la capacidad del asesorado para producir y realizar cosas” (Shea, 1994 en Sánchez, 2008, p.7).
Sánchez, rescata que a través de estas figuras docentes, que además poseen experiencia profesional, podemos encontrarnos con una cultura de la institución
que participen en los programas de asesoramiento.
Es una figura que puede ofrecer más confianza, en procesos psicosociales, tales como la aceptación, el consejo,...
Desde la experiencia en la Universidad de Sevilla, se vincula un trabajo de formación que atenderá a un programa formativo destinado a profesores.
Poster de la compañera |
De este estudio práctico se sacaron varias premisas, tales como: atender a las necesidades específicas, potenciar la formación en el contexto de trabajo, plantear una estructura flexible, dar mayor visibilidad a los participantes...
Después se hizo necesario un análisis y reflexión, tanto a los profesores mentores como a los profesores principiantes.
Se les animaba a desarrollar confianza en sí mismos, introducirles en la cultura institucional, servir como ejemplo y modelo para obtener destrezas, mejora en las relaciones sociales, y desarrollar competencias específicas de su profesión.
Reflexión
Personalmente los profesores y las profesoras que figuran en el texto como mentoras, me recuerdan mucho a los tutores que se tienen en los doctorados.
En muchas ocasiones son ellos quienes recogen a otros alumnos/as y los guían en la experiencia de la investigación y aprendizaje.
A través de esta experiencia profesional se puede incluso tratar el tema de cómo solventar conflictos, que puede que los profesores más noveles les preocupe.
De manera que se conviertan en un
entorno cultural en el que se promuevan valores de comunicación y deliberación
social, interdependencia, solidaridad, colegialidad en los procesos de toma de
decisiones educativas y desarrollo de la autonomía y capacidad institucional de
los centros escolares (Escudero, 1992)
Esto se puede extrapolar a la Universidades. Me surgen preguntas tales sobre, cómo enseñar en la universidad.
Me gusta pensar que se trata de buscar una enseñanza lo más autodidacta posible...
"El aprendizaje relevante requiere que el alumno se ponga progresivamente en contacto con los productos más elaborados de la cierta, el pensamiento y el arte con la finalidad de incorporarlos como instrumentos valiosos para el análisis y solución de problemas relevantes para el individuo y la sociedad. Ahora bien, si queremos que estos conocimientos se incorporen como herramientas mentales no sólo en la estructura semántica académica que utiliza el alumno para resolver con éxito las demandas del aula, sino en su estructura semántica experiencial, que utiliza en su vida cotidiana, el aprendizaje debe desarrollarse sobre problemas reales y actuales, en un proceso de intercambio y negociación de significados donde necesariamente se activen los esquemas y preconcepciones de la estructura experiencia, previa al alumno, para reafirmarlos o reconstruirlos a la luz del potencial cognitivo que representan los nuevos conceptos de la cultura y los conocimientos críticos con los nuevos conceptos de la cultura y los conocimientos críticos con los que ahora se pone en contacto" (Pérez Gómez, 1999).
Esto se puede extrapolar a la Universidad, donde ya deberíamos llegar más preparados/as para aprender de un modo más autónomo y el seguimiento por parte de un mentor o una mentora, me parece una idea muy buena. Ya se viene haciendo en otros países como en Inglaterra. Tolkien en su biografía lo cita constantemente. Además de un tutor con el que se reúne dos veces por semana, también están los alumnos/as que están comenzando la tarea de aprendizaje y de recorrido hacia la enseñanza.
Los profesores/as se convierten así, en asesores. ¿Podría pasar que la figura del asesor o asesora como tal desapareciera del todo y fueran los propios profesores quienes dieran fuerza a esa tarea? Es más...¿podría ser un puesto rotativo?
Estoy poco o nada influenciada por la enseñanza formal, por lo que desconozco cuales son las tendencias, pero me gustaría pensar que no. Creo que la presencia de asesores/as a un tiempo más completo es fundamental. Sé que la administración ha quitado mucho terreno y espacio a los/las asesores, pero considero que son necesarios...mucho más de lo que a primera vista se ve. Y quizá, no en todos los casos, pero en sí en muchos, apostaría por una asesoría externa.
Sánchez, M. (2008). Asesoramiento en la Universidad.
Poniendo a trabajar a la experiencia. Profesorado.
Revista de Currículum y Formación del Profesorado, 12(1), 1-19.
Poster exposición: Beatriz
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